Desde muy pronto tuve claro qué dirección quería tomar. De pequeña, la música en todas sus formas me hacía feliz y me pasaba el día cantando. Desde el momento en que oí por primera vez a Taylor Swift en la radio, descubrí que mi corazón latía específicamente por la americana. Un poco de todo junto, pero tan auténtico y puro. ¡Tan bonito! Taylor Swift es también quien me inspiró para empezar a tocar la guitarra yo mismo y escribir canciones con cuidado. The Chicks, Alison Krauss y Kacey Musgraves fueron inspiraciones que surgieron rápidamente después. 

La música siempre ha sido el hilo conductor de mi vida. Me ayuda a afrontar situaciones tristes o difíciles, pero también me hace muy feliz, me inspira, me emociona. Me relaja. 

Actuar me pareció muy emocionante al principio. Pero cada vez que estaba, y estoy, en ese escenario, vuelve a ocurrir algo mágico. Se produce una conexión con toda la gente de la sala. En ese momento, me siento realmente "yo misma", en mi forma más pura.

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